Tras el cristal

Ay, mi puta vida, ahora pa colmo, con mascarilla.

Es un regalo esto de la vida, 

supongo que oyeron hablar de ella.

En cuanto a mí, una vez nacido,

tardé algún tiempo hasta dar con ella.

Pasaba por ella como si no existiera,

de puntillas para que no me oyera,

la dejaba pasar, y no iba tras ella,

era la culpable de mi mala estrella,

la que repartia las cartas de la baraja,

y nunca en mi juego, caía la más alta.

Ay, mi puta vida, ahora pa colmo, con mascarilla.

Pero un dia no tan lejano, 

que andaba como a menudo,

un tanto entrenublado,

mirando al mar, la vi en las olas

mirando al cielo, la vi en el vuelo

libre y majestuoso de la gaviota, 

la vi bajar por las verdes praderas,

de montañas nevadas en los rios que las bajan,

para traerlas de vuelto un oceano

que esperaba sediento su regreso. 

Ay, mi puta vida, ahora pa colmo, con mascarilla.

Y aquí me tienen, 

para bien, o para mal, este soy yo. 

Un tipo cualquiera, como otro cualquiera , 

de cualquier lugar, de cualquier montón. 

Que desde aquel día en el que naciera, 

para ahorrar en gastos, ya saben por eso de las crisis, comparto mi vida con un tipo extraño,

un tipo cualquiera, como otro cualquiera, 

del mismo lugar, del mismo montón.

Ay, mi puta vida, ahora pa colmo, con mascarilla.

A grito pelado pasamos años, 

hasta que un dia de tantos, 

gris, y aburrido,

levantó cansado, de tanto grito,

y hubo un momento, solo un instante, 

no me pregunten cuanto, ni el porqué, ni cuando, 

que ya los años me van pesando, 

y la memoria se me va oxidando. 

En el que por arte de magia, 

sin previo aviso, calló el ruido, y habló el silencio.

Ay, mi puta vida, ahora pa colmo, con mascarilla.

Ahora les dejo con ese otro tipo, 

con quien por fin convivo sin asesinarlo,

aprendiz de juglar, y aspirante a poeta,

él les contará, que fue aconteciendo,

cuando calló el ruido, y habló el silencio. 

Si a bien tienen el escucharlo,

disculpenle en su torpeza, 

si es que en algo les molestase, 

pero si así ocurriese, Dios no lo quiera, 

antes de, y nombre de él,

ruego le disculpen, no es más que un loco insensato,

que se adentró en las rimas, y aún no ha regresado.

Ayy, mi puta vida, ahora pa colmo, con mascarilla.